Chistes de camareros

Chistes de camareros

Como cualquier otro trabajo, los camareros también tienen sus propios chistes. En este artículo, hablaremos sobre algunos de los chistes más divertidos y populares sobre camareros. Desde situaciones divertidas en el trabajo hasta experiencias con clientes inusuales, estos chistes seguramente te harán reír y te recordarán las situaciones que has vivido en un restaurante o bar.

 

¿Qué es un camarero?

Para comenzar, vamos a hablar un poco sobre lo que significa ser un camarero. Un camarero es una persona que trabaja en un restaurante o bar, atendiendo a los clientes y sirviéndoles la comida y bebida que han pedido. Es un trabajo que requiere mucha paciencia y habilidades de comunicación, ya que los camareros deben tratar con todo tipo de personas y situaciones.

 

Chistes sobre los pedidos

Uno de los temas más populares de los chistes de camareros son los pedidos que reciben. Algunos de los chistes más divertidos incluyen:

  • ¿Por qué los camareros siempre llevan un bolígrafo y papel encima? Porque si no lo hacen, todos los clientes pedirían lo mismo: «lo de siempre».

  • Un cliente le pregunta al camarero: «¿Qué recomiendas?» A lo que el camarero responde: «Que no me preguntes, ¡yo sólo trabajo aquí!»

  • Un cliente le dice al camarero: «Me gustaría una pizza de pepperoni sin pepperoni». El camarero responde: «Entonces, ¿sólo quieres una pizza?»

 

Chistes sobre los clientes

Otro tema popular de los chistes de camareros son los clientes. Los camareros tienen que tratar con todo tipo de personas, y estos son algunos de los chistes más divertidos sobre ellos:

  • ¿Por qué los camareros siempre tienen razón? Porque si los clientes tuvieran razón, ¡no estarían trabajando como camareros!

  • Un cliente le pregunta al camarero: «¿Cuál es el mejor vino del menú?» A lo que el camarero responde: «El que más te guste, ¡yo no tengo ni idea de vinos!»

  • Un cliente le dice al camarero: «¿Podría cambiar el canal de la televisión?» A lo que el camarero responde: «Lo siento, ¡no tengo el mando a distancia!».

 

Chistes sobre la propina

La propina es una parte importante del salario de un camarero, y también es un tema popular en los chistes. Aquí hay algunos ejemplos:

  • ¿Por qué los camareros prefieren las propinas en efectivo? Porque así pueden esconderlas del dueño del restaurante.

  • Un cliente le pregunta al camarero: «¿Cuál es la propina habitual?» A lo que el camarero responde: «La que quieras dar, ¡yo no voy a decirte cuánto tienes que dar!».

  • Un cliente deja una propina muy generosa y le dice al camarero: «Espero que esto te ayude a pagar tus estudios». A lo que el camarero responde: «Lo siento, ¡no estoy estudiando nada!».

 

Chistes sobre situaciones en el trabajo

Finalmente, hay muchos chistes sobre las situaciones que los camareros enfrentan en su trabajo diario. Aquí hay algunos ejemplos:

  • Un camarero le pregunta a su compañero de trabajo: «¿Por qué siempre tenemos que decir ‘buen provecho’ a los clientes cuando ya están masticando?».

  • Un camarero se queja con su jefe: «¡No puedo seguir trabajando así, estos clientes son demasiado exigentes!». A lo que el jefe responde: «No te preocupes, ¡ya les hemos cobrado lo suficiente!».

  • Un camarero se acerca a una mesa y le pregunta al cliente: «¿Está todo bien, señor?» A lo que el cliente responde: «Sí, todo está bien… ¡excepto la comida!».

 

Consejos para ser un buen camarero

Aunque los chistes pueden hacernos reír, también es importante recordar que los camareros hacen un trabajo importante y que deben ser respetados y valorados. Si estás interesado en convertirte en un buen camarero, aquí hay algunos consejos:

  1. Sé amable y atento con los clientes. Trata a cada persona con respeto y cortesía, sin importar su apariencia o actitud.

  2. Aprende sobre la comida y la bebida que se sirve en el restaurante. Si conoces bien el menú, podrás ofrecer mejores recomendaciones y responder preguntas de los clientes.

  3. Mantén una actitud positiva y profesional, incluso en situaciones difíciles. Los clientes pueden ser exigentes o groseros, pero es importante mantener la calma y tratar de resolver los problemas de manera efectiva.

  4. Asegúrate de que los pedidos sean precisos y se entreguen de manera oportuna. La atención a los detalles es esencial para ser un buen camarero.

  5. Por último, no te olvides de la propina. Si haces un buen trabajo, es probable que los clientes te den una propina generosa como muestra de agradecimiento.

 

Conclusion

En resumen, los chistes de camareros son una forma divertida de recordar las situaciones que se viven en un restaurante o bar. Desde los pedidos extraños hasta los clientes inusuales, los camareros deben lidiar con todo tipo de situaciones en su trabajo diario. Si estás interesado en convertirte en un buen camarero, asegúrate de ser amable, profesional y atento con los clientes, y siempre presta atención a los detalles.

 

Preguntas frecuentes

  1. ¿Qué es lo más difícil de ser un camarero?
  2. ¿Es importante aprender sobre la comida y la bebida del restaurante para ser un buen camarero?
  3. ¿Cómo puedo tratar con clientes difíciles como camarero?
  4. ¿Cuánto se espera que dé de propina como cliente en un restaurante?
  5. ¿Qué habilidades son esenciales para ser un buen camarero?

– Caballero, ¿vino con el filete?
– No, he venido yo solo.

 

Esto es un hombre que entra a un restaurante y le pide a un camarero el menú del día. El camarero le entrega la hoja, en donde se puede ver que es un menú algo caro (45€). Al leer aquello, le pregunta al camarero:
-¿Oiga, pero aquí no hacen descuento a los colegas?
– ¿Ah! Pero usted también es camarero?
-No, soy un ladrón.

 

– Camarero, una ración de setas!
– Serán 15€, por favor.
– Pero… ¿me las va a cobrar antes de comerlas?
– Es que con las setas… nunca se sabe!

 

– Camarero, hay una mosca en la sopa!
– Tranquilo, que la araña que hay en el pan se la comerá pronto…

 

En un restaurante:
– Camarero, camarero, ¿tiene usted ancas de rana?
– Sí, señor.
– Bueno, pues brinque hasta la cocina y tráigame mi filete, por favor.

 

– Camarero, la cuenta por favor
– Cincuenta
– Sin cuenta, que detalle, gracias entonces, adiós!

 

– ¡Mosca! Hay una sopa en mi camarero.
– Señor, creo que usted tiene dislexia.
– ¡Tu madre de la concha!

 

– Hola, querría reservar mesa en el restaurante para cenar mañana
– ¿Cuantos serán?
– Seremos 6 o 10, aproximadamente
– Necesito saber cuantos confirmados
– Confirmados 2, el resto solo bautizados….

 

-Me da un cafe con leche corto.
-Se me ha roto la maquina, cambio….

 

-En que se parecen un ginecologo y un camarero?
-En que los dos trabajan donde los demas se divierten.

 

– Póngame una cerveza
– ¿La quiere sin alcohol?
– No, la quiero sin lactosa
– Pero… eso es absurdo
– Ha empezado usted

 

– Camarero, me gustaría invitar a aquella chica. ¿Qué está tomando?
– Un Glenfiddich de 15 años.
– Pues póngale otro hielo de mi parte.

 

– Camarera, ¿el baño?
– AI fondo a la izquierda. Haga el favor: cuando termine, tire la cadena.
Se va. Regresa a los cinco minutos.
– Camarera, debo confesarle algo: la cadena la tiré pero la medallita de la Virgen del Rocío no, porque es un recuerdo de mi madre…

 

Un hombre en un bar pide al camarero:
– dccadcahauougaquonekasñkdaaiiocu de Cola.
– Que quiere un refresco ¿de qué?

 

En el restaurante:
– Camarero, ¿el pescado viene solo?
– No, no, se lo traeré yo.

 

– Ponme una cerveza y apúntalo en mi cuenta.
– Aquí no se apunta nada.
– Así me gusta, con buena memoria.

 

– ¡Camarero! ¡Hay un mosca en sopa!
– No es UN mosca, es UNA mosca.
– ¡Caray, qué vista tener usted!

 

Una pareja llega a un restaurante de lujo:
– ¿Qué tomarán los señores?
– A mi me pone una langosta y un buen cava reserva familiar.
– ¡Excelente elección! y ¿a su señora?
– Pues a ella, …si, póngale un fax y dígale que me lo
estoy pasando de cine…

 

Entra un señor en un restaurante, le entregan la carta y lee:
verduras a elegir.
Cuando se le acerca el camarero le pregunta:
¿Qué verduras tienen?
– ¡Espárragos!
Y ¿ qué más?
– ¡Nada mas!
Entonces ¿entre qué puedo elegir?
– ¡Entre si los quiere o no los quiere!.

 

Un camarero, de esos un poco pelota, se acerca a un comensal y le dice:
– ¿Cómo encontró el señor el filete?
– Pues realmente con mucha dificultad, escondido debajo del puré.

 

Camarero, camarero, ¿esto es cordero o es pollo?
– ¿No lo puede distinguir por el sabor?
– ¡No!.
– ¿Entonces por que se queja?

 

-Camarero, ponga una de calamares a la rumana.
-Perdón, señor, será a la romana.
-Irina, cariño, dile al gilipollas éste de dónde eres…

 

– ¡Camarero, ya le he pedido cien veces un vaso de agua!
– Si, ahora mismo: ¡Cien vasos de agua para el señor!

 

– ¿Y como quiere el señor sus huevos?
– Pues… con toda mi alma.

 

Un hombre entra en un Bar y el camarero le dice:
– Usted me dirá…
– Pues no estoy seguro, creo que un metro ochenta o por ahí

 

Entra un señor a un bar y el camarero le pregunta:
– ¿Qué quiere?
– ¡Que qué quiero!, una casa más grande, tener más dinero, que mi mujer sea más guapa.
– No, hombre, ¿Que qué desea?
– ¡Que qué deseo!, tener una mansión, ser millonario, que mi mujer sea estupenda.
– ¡No hombre! ¿Que qué va a ser?
– ¿Que qué va a ser?
– Yo prefiero que sea chica pero si es un niño, no me importa.
– ¡No hombre! ¿Que qué va a tomar?
– ¡Ah, hombre, eso se dice antes! ¿Qué hay?
– Pues nada, por aquí, como siempre detrás de la barra…

 

– Señores, aquí tienen su comida
– Perdone, hemos pedido omelette, no tortilla francesa
– Esto es una Omelette señor
– Omelettes tú o le meto yo

 

Entra un hombre en un Bar y ve colgados los cuadros de Franco, el Papa y Rajoy. El hombre antes de pedir una cerveza pregunta:
– ¿Cómo es que tiene a esos artistas ahí colgados?
– Es el menu HUEVOS,CON PAPA Y CHORIZO