Juegos de adivinanzas para jovenes de elementos diversos. Prueba suerte y comprueba cuántas adivinanzas infantiles de elementos eres con la capacidad de responder con acierto.
Aquí tienes una extensa variedad de adivinanzas de elementos y cosas para jovenes. Prueba suerte y comprueba cuántas adivinanzas infantiles de elementos eres con la capacidad de responder con acierto.
Suena a la misma hora todas las mañanas, para decirnos a todos: ¡Fuera de la cama!
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Soy bonito por delante algo feo por detrás; me transformo a cada instante, ya que imito a los demás.
Ruedo, ruedo y en los bolsillos me quedo
Viene y va y lo que antes estaba… ¡ya no está!
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo en invierno y en verano.
Pequeña como una pera, alumbra la casa entera.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
Lana sube, lana baja ¿Qué es?
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar
El que lo pica se hace pez ¿quieres que te lo diga otra vez?
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.
Cuanto más se moja más te seca. ¿Qué es?
Aunque tengo cuatro patas yo nunca puedo correr, tengo la comida encima y no la puedo comer.
Bolita tengo, tinta, también, capucha tengo y escribo bien.
Por fuera, naranja, por dentro, gas sólo; pero con mi ayuda se calienta todo.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Cuando los atan, se van. Cuando los sueltan, se quedan. ¿Qué es?
En un puerto hay tres barcos, uno es un crucero, otro un trasatlántico y el otro ya te lo he dicho.
Almacén de historias rotas dicen muchos que yo soy, y en colegios y oficinas por los rincones estoy.
Jamás aprendí a escribir y soy muy gran escribana, y, con invención galana, te suelo siempre servir sin cansar tarde y mañana
Todos me buscan para descansar ¡¡si ya te lo he dicho!! no lo pienses más.
Piensa un poco con astucia cuando está negra, está limpia cuando está blanca está sucia.
Cae de una torre y no se mata, cae en el río y se desbarata.
Dos hermanitos muy igualitos si llegan a viejos abren los ojitos.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido; unas veces estirado y otras veces encogido.
La habrás oído nombrar, piensa, medita, recuerda, ¿qué instrumento musical no tiene más que una cuerda?
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto se guardar; si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar
Corta y no es cuchillo, afila y no es afilador; él te presta tus servicios para que escribas mejor
Me lleváis, me traéis, y, si sois nuevos, quizá me mordáis
Vengo y voy, voy y vengo, dejando blanco lo que era negro
Si lo mojas y lo pegas, viajará la mensajera.
Sube y sube cuanto puede, da una gran voz… y enseguida muere.
Pequeño y de aguda voz, mando a veintidós. Pequeño y de agudo canto, mando en el campo.
Mi compañerita y yo andamos al compás; con el pico hacia delante, y los ojos hacia atrás.
Dos guaridas cálidas, con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Es como una serpiente muy, muy larga que pasea por el jardín echando agua
Al bebé se le pone cuando llora y cuando duerme
Puedo ser alegre o triste, según quien me toque esté: con que me rasgues las cuerdas, buen sonido emitiré.
Muy a menudo la ves, piensa un poco con astucia, cuando está negra, está limpia, cuando está blanca, está sucia.
No me hace falta sacar pasaje: me mojan la espalda y me voy de viaje.
Es tu favorita cuando sientes frío. La tienes escrita en el verso mío.
Por mis venas corre el aire, por mis poros brota sangre. Mi suspiro es un lamento. Y con él tú te deleitas sin querer hacerme daño.
Subo llena, bajo vacía, si no me apuro, la sopa se enfría
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones
Y lo es, y lo es y no me lo adivinas en un mes.
Aunque de comida voy cargado la gente me vacía y nunca soy tragado.
Tengo cabeza de hierro y mi cuerpo es de madera, al que yo le piso un dedo, ¡menudo grito que pega!
Todos dicen que me quieren para hacer buenas jugadas, y, en cambio, cuando me tienen me tratan siempre a patadas.
Crece y se achica y nadie la ve, no es luz y se apaga, adivina, ¿qué es?